El punto final

Este signo es el primero en el orden natural, porque es Indispensable para toda oración; no así los demás signos subalternos.

Regla 1^a. El punto se pone al fin de toda oración perfecta.

“El consejo antes daña que aprovecha, si el que lo da no llene mucha cordura, y el que lo recibe mucha paciencia.” (Guevara.)

"Creo pues que para condenar ó admitir un galicismo, convendrá tener presentes, entre otras, estas circunstancias:

           Si la voz ó locución es necesaria.

           Si es fácilmente comprensible.

           Si es lógicamente justificable.

           Si a lo menos es bella.

           Si el que parece galicismo tiene quizás origen latino, porque siendo la lengua castellana hija de la latina, la voz ó locución que de ella provenga trae una recomendación respetable.

           Si hace ya mucho tiempo que se usa, empleándola autores correctos.” (Hartzenbusch)

2^a. El punto se pone al fin de todo razonamiento que no tiene con lo que sigue sino relaciones un poco remotas.

"Se llama sonido elemental aquel que no puede resolverse en dos ó más sonidos sucesivos. Tales son los que corresponden a las letras con que escribimos las dicciones gala, campo.” (Bello.)

OBS.- El punto se coloca al fin de las oraciones con el objeto de conservar la unidad.

Cuando las cláusulas carecen de unidad la puntuación se recarga demasiado, como puede verse en ésta, justamente censurada por Blair: "Después que nosotros anclamos, ellos me desembarcaron, y yo fui saludado por mis amigos, quienes me recibieron con muestras de cariño.” Devuélvase la unidad a esta descoyuntada oración, y se verá que las pausas casi desaparecen.

Se emplea el punto como signo de eliminación en toda abreviatura: S. A. R.

OBS. – Hácese con frecuencia distinción entre punto seguido y punto final. El primero parece que debe colocarse entre oraciones independientes entre sí pero de cuyo enlace, aunque débil, resulta la unidad de un período, según se ve en el ejemplo de Bello. Cada oración se principia en este caso con mayúscula y en el mismo renglón.—

El punto final se coloca al fin de todo párrafo independiente y se deja en blanco la parte siguiente del renglón. El párrafo que va después del punto final, se comienza en el renglón inmediato un poco más hacia el centro del papel, como se ve en el ejemplo de Hartzenbusch.